RENTAR O COMPRAR CASA

31 de marzo de 2006

El tener casa propia ha sido siempre una de las mayores aspiraciones de las  familias. Lo caro de las mismas hacía el que muy pocas personas tuvieran acceso a la propiedad de una casa aunque siempre estuvo la posibilidad de  rentar  una. Hoy en día en nuestro país  vive un auge de la construcción de vivienda y con la estabilidad económica que disfrutamos desde hace 10 años existe una gran disponibilidad de créditos que han facilitado la adquisición de casas y departamentos.

Sin embargo, una proporción importante de familias pagan renta por sus casas o departamentos donde viven y muchas personas consideran esta opción como una carencia importante ya que se prefiere tener un patrimonio propio y se piensa que pagar una renta es tirar el dinero a la basura pues al final de cuentas no  queda nada tangible.

Sin embargo, el adquirir un inmueble es una decisión financiera y hay que analizarla como tal. Especialmente porque cada vez hay mayor movilidad en las familias y es raro que se queden las personas a vivir en el mismo lugar toda la vida debido a que las personas cambian de trabajo, de ciudad e inclusive de país y la casa ya no es el lugar en donde se va a residir permanente como ocurría en  la generación de nuestros padres o en anteriores.

 Asimismo el pensar que una casa es una inversión segura que nunca va a perder valor también es algo que ha cambiado en nuestro país. En Estados Unidos es frecuente ver como se desploma el mercado inmobiliario y bancos y personas pierden mucho dinero. En México no hemos pasado por estos fenómenos porque la demanda siempre ha sido superior a la oferta, pero estamos ya acercándonos a niveles en que el mercado se puede saturar. Por ejemplo, podemos ver la explosión de nuevos fraccionamientos y desarrollos habitacionales en Aguascalientes y es posible que ya estemos llegando a un punto de saturación en nuestra ciudad.

Para aquellas familias que están pensando en invertir todos sus ahorros en una casa o adquirir una deuda a 20 años o mas, es necesario hacer un análisis financiero serio. No hay que descartar la opción de renta. En mercados como los de Aguascalientes, en donde ya existe mucha oferta de casas,  puede resultar más atractivo rentar que comprar o construir una casa.

En cuanto al argumento de que se pierde el dinero pagado por la renta, yo les diría que lo importante es el uso del bien y no tanto su propiedad.  Otro factor es que al poner todo los ahorros en una casa no se tiene liquidez para una emergencia y en caso de necesidad se podría malbaratar. Por otra parte si no se tiene el dinero disponible y se quiere recurrir a un préstamo, no hay que olvidar que hay que contar con un enganche  que puede ser hasta de un 30% del valor más los gastos de escrituración y otros. Luego los plazos del pago del crédito pueden ser de hasta 20 años con una tasa de interés que hoy en día anda alrededor del 11%. Simplemente pagando esta tasa de interés puede ser tan caro como pagar renta. Además hay que valorar si tendremos capacidad de pago durante los siguientes 20 años en que se asume el crédito pues si dejamos de pagar podemos perder todos nuestros ahorros. Muchas personas lo vivieron en la crisis de 1995 y siempre es un riesgo latente, pues los empleos y las fuentes de ingresos no siempre son seguros.

Así pues la decisión de comprar una casa debe sopesar otros factores. Algunas preguntas ayudarían: ¿No me rendirá más el dinero en otra inversión o en un negocio? ¿Cuánto tiempo realmente voy a vivir allí? ¿Si pido prestado cuanto voy a pagar de intereses? ¿Tendré capacidad de pago durante toda la vida del crédito? ¿Como está el mercado de bienes raíces? ¿No será una mala inversión y  podría perder valor la casa? ¿No es mas barato pagar renta que pagar los intereses del préstamo? ¿Qué pasa si tengo una emergencia y necesito disponer del dinero invertido en la casa? ¿No existen otras formas de proteger mis ahorros?  Con estas preguntas quizá podamos tomar una mejor decisión antes de comprometer todos nuestros ahorros en una casa o asumir un crédito de muy largo plazo y valorar en su justa dimensión la posibilidad de rentar.